2 dic 2008
13 nov 2008
Respuesta a la luz

Y nadie le preguntaba.
¿Qué le ofrecías, la noche,
tú, silencio, qué le dabas
para que él dijera a voces,
tanto sí, que sí, que sí?
Nadie le ofrecía nada.
Un gran mundo sin preguntas,
vacías las negras manos
—ámbitos de madrugada—,
alrededor enmudece.
Los síes —¡qué golpetazos
de querer en el silencio!—,

las últimas negativas
a la noche le quebraban.
Sí, sí a todo, a todo sí,
a la nada sí, por nada.
Allá por los horizontes
sin que nadie —él solo: nadie—
le escuchara, sigilosa
de albor, rosa y brisa tierna,
iba la pregunta muda,
naciendo ya, la mañana.
PEDRO SALINAS
Carteles Poéticos de Ediciones de la Torre
2008 - Noviembre
Alentando el Manifiesto Pedagógico "No es Verdad"
Las organizaciones y personas que firman este Manifiesto (docentes, madres, padres, estudiantes y ciudadanía en general) muestran su profunda preocupación por la difusión de creencias sobre la escuela española que distorsionan gravemente la realidad. Se está generalizando una forma de pensar según la cual hoy en la escuela se enseñan pocos contenidos, se hacen actividades irrelevantes, los niveles de exigencia bajan, los alumnos y alumnas son peores que los de antes y hay “mucha pedagogía” y poca enseñanza.
Preocupa particularmente la actitud de determinadas personas con impacto mediático (pertenecientes al ámbito de la literatura, de la universidad, de la intelectualidad, etc.) que divulgan estas creencias con argumentos muy pobres, a veces incluso insultantes, poniendo en evidencia una visión poco rigurosa sobre la escuela y sobre los procesos que en ella tienen lugar. Preocupa, en fin, que la educación, a diferencia de otras actividades de gran incidencia social como la medicina o la justicia, sea analizada y valorada socialmente desde concepciones simples y caducas.
Preocupa particularmente la actitud de determinadas personas con impacto mediático (pertenecientes al ámbito de la literatura, de la universidad, de la intelectualidad, etc.) que divulgan estas creencias con argumentos muy pobres, a veces incluso insultantes, poniendo en evidencia una visión poco rigurosa sobre la escuela y sobre los procesos que en ella tienen lugar. Preocupa, en fin, que la educación, a diferencia de otras actividades de gran incidencia social como la medicina o la justicia, sea analizada y valorada socialmente desde concepciones simples y caducas.
- No es verdad que en la escuela española actual predomina un modelo de enseñanza diferente al tradicional
- No es verdad que en la escuela española hayan bajado los niveles de exigencia
- No es verdad que los alumnos y alumnas de ahora sean peores que los de antes
- No es verdad que los docentes españoles tengan un exceso de formación pedagógica y un déficit de formación de contenidos
- La escuela y la universidad necesitan un cambio
- Otra escuela es necesaria, ya existe y es posible
9 oct 2008
Recordando el Libro Rojo del Cole
En aquella recién inaugurada España postfranquista de hace 30 años, en la que tímidamente pugnábamos por desembarazarnos del pesado lastre ideológico del régimen y de la moralina paralizante del tardocatolicismo, un pequeño/gran libro se abrió paso en la actualidad de los medios por el escándalo que provocaba en aquellos sectores sociales que se resistían a abandonar los privilegios heredados, con la pretensión de representar la esencia de los valores occidentales.
Un libro dirigido a los niños y niñas, adolescentes y jóvenes estudiantes; dando voz de este modo a quien solía estar privado de ella en las escuelas, alumbrando la idea de que aquella realidad podía ser de otra manera y no necesariamente como venía reproduciéndose, de forma interesada y acrítica, generación tras generación, por los adultos; "tigres de papel" que fueron domados en su juventud, incapaces de hacer lo que les gustaría, a los que sólo les queda una mezcla de amargura, inconformismo y desencanto. Aquellos chicos y chicas a los que se animaba a participar y a reclamar su parte alícuota de poder y de responsabilidad en la escuela, bien podían estar representando también a los sectores sociales mayoritarios que, habiendo estado tanto tiempo silenciados, empezaban a tomar las instituciones, después de haber tomado pacíficamente las calles en aquella transición nuestra tan divulgada. Una hermosa metáfora de la sociedad española de la época, a la que se anima a luchar por los ideales democráticos de libertad, igualdad y justicia que el pueblo español reclamaba hacía tiempo.
Como tanta veces, un pequeño texto sin más pretensiones que ser un ensayo en el que se plasman mundos posibles, promesas pedagógicas que hoy nos resultan quizá más familiares, aunque aún promesas incumplidas al fin y al cabo en tantas escuelas, escrito desde la rebeldía y el idealismo que alienta los cambios, pero alejado de las consignas y las moralinas partidistas, si bien la retórica de la derecha se esforzaba en vincularlo al mito redentorista del comunismo, ese coco de la mitología franquista con el que se asustaba a la gente humilde, con el recuerdo muy vivo de la estigmatización de los derrotados en la guerra civil.
Esta conmemoración supone también la oportunidad de añorar ese tiempo de optimismo en el que todo parecía estar por hacer, al rememorarlo volvemos a apropiárnoslo; añoranza de juventud, tiempo de formación y de lucha por ejercer la ciudadanía, reclamando derechos políticos y sociales, en el que otras ideas y alternativas que ayudaran a concebir un mundo mejor, más libre y más justo, eran bienvenidas.
Un libro dirigido a los niños y niñas, adolescentes y jóvenes estudiantes; dando voz de este modo a quien solía estar privado de ella en las escuelas, alumbrando la idea de que aquella realidad podía ser de otra manera y no necesariamente como venía reproduciéndose, de forma interesada y acrítica, generación tras generación, por los adultos; "tigres de papel" que fueron domados en su juventud, incapaces de hacer lo que les gustaría, a los que sólo les queda una mezcla de amargura, inconformismo y desencanto. Aquellos chicos y chicas a los que se animaba a participar y a reclamar su parte alícuota de poder y de responsabilidad en la escuela, bien podían estar representando también a los sectores sociales mayoritarios que, habiendo estado tanto tiempo silenciados, empezaban a tomar las instituciones, después de haber tomado pacíficamente las calles en aquella transición nuestra tan divulgada. Una hermosa metáfora de la sociedad española de la época, a la que se anima a luchar por los ideales democráticos de libertad, igualdad y justicia que el pueblo español reclamaba hacía tiempo.
Como tanta veces, un pequeño texto sin más pretensiones que ser un ensayo en el que se plasman mundos posibles, promesas pedagógicas que hoy nos resultan quizá más familiares, aunque aún promesas incumplidas al fin y al cabo en tantas escuelas, escrito desde la rebeldía y el idealismo que alienta los cambios, pero alejado de las consignas y las moralinas partidistas, si bien la retórica de la derecha se esforzaba en vincularlo al mito redentorista del comunismo, ese coco de la mitología franquista con el que se asustaba a la gente humilde, con el recuerdo muy vivo de la estigmatización de los derrotados en la guerra civil.
Esta conmemoración supone también la oportunidad de añorar ese tiempo de optimismo en el que todo parecía estar por hacer, al rememorarlo volvemos a apropiárnoslo; añoranza de juventud, tiempo de formación y de lucha por ejercer la ciudadanía, reclamando derechos políticos y sociales, en el que otras ideas y alternativas que ayudaran a concebir un mundo mejor, más libre y más justo, eran bienvenidas.
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El Libro rojo del cole fue una monografía originalmente publicada en Dinamarca y posteriormente traducida al español y publicada en España clandestinamente durante la Transición por la editorial Nuestra cultura, con edición literaria de Lluís Cabrera, dentro de la colección Mano y cerebro. Desde un enfoque marxista en el libro se criticaba el sistema educativo vigente ofreciendo soluciones para los alumnos que tenían que sufrirlo. De este modo se daban indicaciones de cómo quejarse de un profesor, cómo organizar una protesta. También se informaba a los adolescentes sobre los riesgos del consumo de drogas, dejando como una simple opción personal el tomarlas. Por último se abordaban sin tapujos temas como la sexualidad juvenil. En su tiempo fue un libro muy polémico. He aquí algunas citas:
- Si estáis hartos de contemplar la nuca y la espalda de vuestros compañeros, cambiad la disposición de las mesas. Si creéis que la clase tiene un aspecto triste y melancólico, arregladla a vuestro gusto para hacerla habitable.
- ¿Quién evalúa a los evaluadores?.
23 jul 2008
Justicia y exclusión
Cortés Rodas, Francisco (2007). Justicia y exclusión. Antioquía: Siglo del Hombre Editores y Universidad de Antioquía.
Analizando la pobreza extrema en América Latina se interpela a la ciudadanía y a los gobiernos de los países ricos sobre el deber moral de asumir la responsabilidad y contribuir a cambiar el orden institucional global; también, y a escala local, se ofrecen argumentos a los ciudadanos más favorecidos sobre el deber moral de contribuir a modificar los órdenes institucionales nacionales.
Se cuestiona la opinión dominante en los países más desarrollados, compartida por las élites de los países latinoamericanos, sobre la pobreza y la desigualdad extrema. Se muestran de este modo las razones y argumentos en que se basan la ciudadanía y los gobiernos de los países ricos y las clases acomodadas de latinoamérica para no asumir la responsabilidad ante dicha situación, un planteamiento que se resume en la negativa de ese deber moral frente a la pobreza.
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