Esta idea se propone crear conciencia frente a la delicada situación de nuestro mundo por el incremento armamentista y la ocupación de territorios, así como por la probabilidad creciente de un conflicto nuclear. Cuenta con la adhesión de agrupaciones pacificistas y no-violentas, instituciones y personalidades relevantes del mundo de la ciencia, de la cultura y de la política; inspirando también una gran diversidad de iniciativas en los más de 100 países que la secundan, constituyendo una interesante red mundial por la paz.
La pobreza en amplias regiones del planeta, la profunda crisis del sistema financiero internacional, los numerosos conflictos armados, el enfrentamiento entre culturas, la violencia y la discrimanción de amplios sectores de la población en la vida cotidiana describen una situación crítica en todo el mundo que exige esta llamada de atención. A todo ello se suma hoy la amenaza nuclear creciente que proviene no sólo de los intereses irresponsables de las potencias y de la locura de grupos violentos con posible acceso a material nuclear de reducidas dimensiones, sino también del riesgo de accidente que pudiera provocar un conflicto devastador. Estamos ante el fracaso global de un sistema cuyo valor central es el dinero y su metodología de acción violencia.
Para evitar la catástrofe nuclear futura debemos superar la violencia hoy, exigiendo:
• el desarme nuclear a nivel mundial,
• el retiro inmediato de las tropas invasoras de los territorios ocupados,
• la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional,
• la firma de tratados de no agresión entre países y
• la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos.
Urgente crear conciencia por la Paz y el desarme, aunque también es necesario despertar la conciencia de la No Violencia que nos permita rechazar no sólo la violencia física, sino también toda forma de violencia (económica, racial, psicológica, religiosa, sexual, etc.). Se reclama el derecho a vivir en paz y libertad.
La Marcha Mundial reclama nuestro esfuerzo personal para asumir la responsabilidad de cambiar el mundo desde el ámbito más próximo de lo personal hasta las redes sociales más ámplias a las que llegue nuestra influencia.
La Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia ya está inspirando variadas iniciativas y actividades que habrán de multiplicarse en los próximos meses. Una de ellas, será la marcha simbólica de un equipo multicultural que recorrerá los seis continentes. Comenzará el 2 de octubre (Día internacional de la No Violencia) en Wellington (Nueva Zelanda), y culminará el 2 de enero de 2010 al pie del monte Aconcagua, Punta de Vacas (Argentina).
En todo este tiempo, en cientos de ciudades se realizarán marchas, festivales, foros, conferencias y otros eventos para crear conciencia de la urgencia de la Paz y la No Violencia. Y en todo el mundo las campañas de adhesión a la Marcha multiplicarán esta señal más allá de lo ahora imaginable.
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