Amnistía Internacional hace un llamamiento en favor de un New Deal (Nuevo Trato) mundial sobre derechos humanos dado el déficit de inversión en derechos humanos imputable a los líderes mundiales.
"No se trata sólo de economía… Es una crisis de derechos humanos. El mundo está sentado sobre una bomba de relojería social, política y económica”, ha dicho Irene Khan.
"En septiembre de 2008 me encontraba en Nueva York para asistir a la reunión de alto nivel de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las metas acordadas por la comunidad internacional para reducir la pobreza antes de 2015. Una tras otra, las delegaciones hablaron de la necesidad de destinar más fondos para erradicar el hambre, para poner freno a las muertes evitables de bebés y mujeres embarazadas, para proporcionar agua no contaminada y condiciones de salubridad o para educar a las niñas. Estaban en juego la vida y la dignidad de miles de millones de personas, pero la voluntad de respaldar el discurso con dinero era muy limitada. Cuando salí del edificio de la ONU vi en las pantallas informativas una noticia muy diferente que llegaba de otra zona de Manhattan: el desplome de uno de los mayores bancos de inversión de Wall Street. Era una señal muy elocuente de dónde estaban concentrados realmente la atención y los recursos internacionales. En un abrir y cerrar de ojos, los gobiernos ricos y poderosos fueron capaces de reunir sumas muy superiores a las que no habían logrado encontrar para frenar la pobreza. Inyectaron dinero en abundancia a bancos en quiebra y a programas de estimulación de economías encalladas a las que se había permitido navegar sin rumbo durante años."
Aunque los adultos ni siquiera nos percatamos... ellos están ahí; despiertos, atentos, con las antenas desplegadas... ¡nos admiran! ¿cuál de nuestras caras les impresionará más, les moldeará? !Qué hondo cala lo que "no enseñamos"!
Esta idea se propone crear conciencia frente a la delicada situación de nuestro mundo por el incremento armamentista y la ocupación de territorios, así como por la probabilidad creciente de un conflicto nuclear. Cuenta con la adhesión de agrupaciones pacificistas y no-violentas, instituciones y personalidades relevantes del mundo de la ciencia, de la cultura y de la política; inspirando también una gran diversidad de iniciativas en los más de 100 países que la secundan, constituyendo una interesante red mundial por la paz.
La pobreza en amplias regiones del planeta, la profunda crisis del sistema financiero internacional, los numerosos conflictos armados, el enfrentamiento entre culturas, la violencia y la discrimanción de amplios sectores de la población en la vida cotidiana describen una situación crítica en todo el mundo que exige esta llamada de atención. A todo ello se suma hoy la amenaza nuclear creciente que proviene no sólo de los intereses irresponsables de las potencias y de la locura de grupos violentos con posible acceso a material nuclear de reducidas dimensiones, sino también del riesgo de accidente que pudiera provocar un conflicto devastador. Estamos ante el fracaso global de un sistema cuyo valor central es el dinero y su metodología de acción violencia.
Para evitar la catástrofe nuclear futura debemos superar la violencia hoy, exigiendo:
• el desarme nuclear a nivel mundial,
• el retiro inmediato de las tropas invasoras de los territorios ocupados,
• la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional,
• la firma de tratados de no agresión entre países y
• la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos.
Urgente crear conciencia por la Paz y el desarme, aunque también es necesario despertar la conciencia de la No Violencia que nos permita rechazar no sólo la violencia física, sino también toda forma de violencia (económica, racial, psicológica, religiosa, sexual, etc.). Se reclama el derecho a vivir en paz y libertad.
La Marcha Mundial reclama nuestro esfuerzo personal para asumir la responsabilidad de cambiar el mundo desde el ámbito más próximo de lo personal hasta las redes sociales más ámplias a las que llegue nuestra influencia.
La Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia ya está inspirando variadas iniciativas y actividades que habrán de multiplicarse en los próximos meses. Una de ellas, será la marcha simbólica de un equipo multicultural que recorrerá los seis continentes. Comenzará el 2 de octubre (Día internacional de la No Violencia) en Wellington (Nueva Zelanda), y culminará el 2 de enero de 2010 al pie del monte Aconcagua, Punta de Vacas (Argentina).
En todo este tiempo, en cientos de ciudades se realizarán marchas, festivales, foros, conferencias y otros eventos para crear conciencia de la urgencia de la Paz y la No Violencia. Y en todo el mundo las campañas de adhesión a la Marcha multiplicarán esta señal más allá de lo ahora imaginable.