"No estamos en un momento histórico cualquiera. Estamos en una de las crisis más profundas de los últimos años. Una crisis económica que se suma a una larga crisis de representatividad de la política, porque así lo siente mucha gente cuando los mercados gobiernan por encima de los Gobiernos. Un momento en el que se recortan derechos y privatizan servicios; con menos derechos laborales y menos Estado de bienestar, cuestionando el derecho a una vida digna. Y todo ello se hace sin exigir nada a quien ha originado la crisis y a quien más puede aportar.
Una crisis económica que tiene una estrecha vinculación con lo que vivimos no hace tanto tiempo, cuando la indignación tras la eliminación de un impuesto (por ejemplo, el del patrimonio) o por el no control a las SICAV, apenas iba más allá del voto contrario de unos pocos diputados.Pero el momento económico también interpela a la política, porque en un contexto tan excepcional se exige de la política que esté al lado de la ciudadanía y no de las exigencias del mercado. Y eso es lo que el movimiento del 15-M ha sabido leer. Con una movilización que se sumaba a movilizaciones previas, con carácter pacífico, y con una transgresión radical y realista a la vez.Confieso haberme sentido interpelado, y asumo que tenemos parte de responsabilidad, quizá no en la misma porción que otros, pero creo francamente que nos interpelaban con el objeto no solo de proponer cosas nuevas, muchas de ellas ya planteadas (reforma electorales, reforma fiscal, tasa Tobin, fin de determinados privilegios), sino de hacerlas de forma diferente, con más y mejor democracia, con una democracia que, además de representativa, sea más deliberativa y más participativa. Nosotros nos sentimos interpelados por ello y asumimos nuestra parte de responsabilidad. Compartimos la necesidad de más y mejor democracia. Pero rechazamos la confrontación entre unas movilizaciones sociales, perfectamente justificadas y legítimas, y la legitimidad del Parlamento que, con todos sus defectos, es la expresión de la soberanía popular, que en este país costó tanto sufrimiento conseguir."
Joan Herrera, es presidente del grupo parlamentario de ICV-EUiA. En el diario "El País", 16 de junio de 2011.